Ciclo de Cine: 2 primeras jornadas

El Ciclo de Cine y Conferencias Lo-lee-ta comenzó el pasado lunes y está, ahora mismo, en su ecuador. En la mañana del 22, Aurelio González Ovies realizó la presentación por parte del Decanato de la Facultad de Filología y Julia Valencia, directora de Hesperya, es encargó de explicar por qué un ciclo de cine sobre el tópico de la 'lolita':

Al preparar el monográfico de diciembre, nos dimos cuenta de que en el cine, las reinterpretaciones del tópico son tan abundantes como en literatura o pintura. Así que programamos este ciclo con las dos versiones de la novela de Nabokov, una que se ajusta a la historia de ellos, otra que va más a la construcción y a la estructura; también Hard Candy, porque le da una vuelta de tuerca a una historia a priori clara y, finalmente, La flaqueza del bolchevique, porque es una versión a la española del tópico.

Después, tomó la palabra Noelia Martínez para presentar a Jesús Palacios, primer invitado del ciclo, con una conferencia titulada "El último tabú". El escritor y crítico de cine expuso las dificultades de censura que sufrieron las dos versiones de la novela de Nabokov, reflexionando en torno a la criminalización de la pedofilia con fines estéticos, es decir, de fotografías, cómics e incluso películas que muestren a niños desnudos o en actitud sugerente, si se demuestra que la intención no es estética, sino delictiva y psicopática. También habló Jesús Palacios de lo que él llamo "idiotización de los niños", convirtiendo a los hasta ahora adolescentes, en "niños de 16 años". Tras su intervención, se proyectó Lolita de Adrian Lyne.

Julia Valencia y Jesús Palacios

Hoy, día 23, ha sido Luis Deltell, profesor de Historia del cine de la Universidad Complutense de Madrid, quién ha hablado sobre cómo para tratar un tema de nínfulas, los directores deben medir su explicitud a través de herramientas que, en su opinión y en el caso de Martín Cuenca en La flaqueza del bolchevique, se resumen en el uso del pudor y de la estética cuidada de todo el film. Elogiando los cambios con respecto a la novela, así como la elección musical, la labor actoral de los protagonistas (María Valverde y Luis Tosar); únicamente se quejó del tempo lento de la historia.

Luis Deltell y Victoria Aguirre